jueves, 7 de mayo de 2009

Una de Piratas

(relación trapo de cocina + reloj de arena)

Las aguas del Océano Índico solían ser un lugar de combate entre las diferentes bandas piratas, quienes para poder imponerse y dominar a sus contrincantes, seguían un código de normas estrictas las cuales establecían que todas las embarcaciones denominadas amistosas debían llevar izada en su palo mayor una bandera azul (color representativo de Somalia) con una calavera negra en uno de sus lados. Bajo la insignia característica de este tipo de vandalismo, los más reinantes del lugar solían incluir una espada y un reloj de arena, que en la simbología pirata representaba “la existencia fugaz del hombre”.

Un día en el cual se desataba una tormenta con grandes olas y ráfagas de viento, los piratas más conocidos por su eficiencia en los ataques a buques cargueros se enfrentaron a una situación poco agradable. En medio de la búsqueda por nuevos prisioneros no encontraban su gran y significativa bandera, con el riesgo que esto traía aparejado, ya que si alguna embarcación no veía la insignia, se abría fuego inmediatamente para lograr más poder.

Uno de los integrantes del barco, desesperado ante la situación comenzó a observar a sus lados y advirtió en el piso un trapo con el cual limpiaban la cocina de la embarcación. Este pedazo de tela absorbente se había mojado por la fuerte lluvia y uno de los pantalones de los tripulantes había decolorado y lo tornó de color azul.

Aunque parezca mentira, un simple trapo de cocina les salvó la vida a estos hombres regidos por el tiempo que marca el reloj de arena.

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